Mi rincón favorito de Teruel es el barrio “El Pinar”. Es un barrio que he tenido la suerte de conocer porque mi abuela tiene una casa ahí, que para mí es perfecta, cuando duermo ahí puedo subir a la terraza y mirar las estrellas con el único sonido de los grillos.
En esta casa están los mejores recuerdos de mi infancia. De pequeña, cuando hacía buen tiempo, antes de la paella de los domingos, mi madre nos llevaba a mis primos, hermanos y a mí de excursión por los alrededores del barrio, y la verdad es que lo pasábamos genial, con total libertad y con el único peligro de perdernos entre tanta naturaleza.
En invierno, con las grandes nevadas, era fácil pasar dos días sin poder salir de casa por la gran cantidad de nieve, y por eso yo pasaba el invierno deseando que nevara, porque con un poco de suerte, nos quedábamos sin poder ir al cole y podíamos disfrutar de la nieve.
También le tengo un cariño especial por los largos paseos con mi perra, que siempre se alargaban un poco más para parar a hacer fotos.
Ahora, cada vez pasamos allí menos tiempo porque está lejos de la vida cotidiana, lejos del trabajo, del instituto, de las tiendas… Pero cuando tengo tiempo, a mí me gusta escaparme e ir andando hasta allí, ya que vivo enamorada de sus paisajes y de las vistas que hay de nuestra bonita ciudad.
Delia Mínguez (4º B)
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